Hace ya algunos años, por no decir bastantes, que con la asiduidad diaria de un cartero, me postro en mi coche y realizo una travesía de aproximadamente 12 Km. para llegar al lugar del “laboro” como dicen los argentinos. Lógicamente la vuelta resulta igual de tediosa y sobre el mismo asfalto de la ida.
No se si es que nuestras emociones realmente cambian al paso del tiempo, o que además de ello, las sociedades cambian de forma de comportamiento siguiendo unas pautas que surgen espontáneamente según lo sensible que seamos a toda esa mierda que se nos introduce a través de los medios de comunicación, televisiones, películas, deportes, etc…
Imagino que cualquiera de los que pueda leer este texto habrá sufrido alguna vez en sus carnes la irreverencia, estupidez, majadería, agresividad, idiotez, imbecilidad, y sobretodo, la irresponsabilidad de esos niñatos que, con un volante en sus manos que controla un vehiculo con la potencia suficiente para matarlo a él y a cualquiera, y con el carné de conducir aprobado de hace dos días, que hace que en un momento dado, tu vida dependa de su buen juicio, cosa que en la mayoría de los casos es inexistente.
Se te adhieren a tu vehiculo por detrás, circulando prácticamente pegados a la defensa trasera de tu coche, haciéndote señas con las luces para que te apartes sin rechistar y dejes pasar al “emperador de la carretera”. Por supuesto ni se te ocurra no hacerles caso, pues eso conllevaría, en el mejor de los casos, la muestra del dedo índice hacia arriba y algún que otro insulto unido a una penetrante mirada de intimidación. Lógicamente desde un vehiculo que independientemente de lo que cuesta, hay que sumarle “el tuneo”, el cual, aumenta el precio en casi otro tanto, y que es imposible explicar, desde una mentalidad normal, como pueden hacer frente a los pagos si no es con una ayudita de esas que se gana mucho dinerito sin doblar la espaldita.
Si por el contrario decides continuar por tu camino, como marca la ley, haciendo caso omiso a la señalización viaria y cambiar de carril cuando realmente lo decidas, y omitiendo todas las señales del “cabrón de turno” puede ser que este comience lo que yo llamo “la muestra de quien es el que manda”. Esto puede llevar a que en el momento que menos esperes te adelante de mala manera por cualquier lado poniendo en riesgo la vida de todos los usuarios de la carretera y también la de el mismo, pero claro él pertenece a los “inmortales”, a esos que para que mueran hay que cortarles la cabeza y que en algunos casos no estaría mal esa practica. Pero no acaba ahí la cosa, seguramente se pondrá delante tuya con el Golf, Peugeot, etc… de turno, lógicamente tuneado con orteridad y alevosía, y procederá al intento de joderte todo lo que pueda, como sacarte de la carretera, chocarte contra otro vehiculo, etc…., o intentar pararte para bajarse (si va acompañado, si no nó es capaz) y darte tu correspondiente merecido por haberle puesto problemas al “emperador de la carretera”.
Lo malo de esto es que cada día hay mas pitusos de este tipo que campán a sus anchas por las carreteras, y mucho me equivoco o este síndrome del “estúpido descerebrado” va en aumento, o yo lo veo así, ya que los vigilantes de la corrección en la carretera, la guardia civil de trafico, no cuenta con los medios suficientes para hacerles frente, pues he llegado a ver a dos de estos individuos cachondearse literalmente de ellos, diciéndoles cosas como: “…venga picha si me vas a multar lo haces y ya está, porque además ni la voy a pagar y no me va ha pasar nada, así que rapidito….” , acto seguido se monta en el coche, arranca y saliendo con un derrape vuelven a reinar sobre el asfalto.
Los verdaderos desgraciados somos el resto de conductores que cuando nos para la trafico por movernos a 132 km/h cuando la limitación es a 120 km/h , o hemos realizado mal una maniobra de adelantamiento, o cualquier otra cosa, no aplican la normativa vigente con tal severidad que nos cuesta dinero, puntos e incluso la retirada del carné, con lo cual nos produce un problema que no te quiero ni contar, ya que nos afecta a toda nuestra cotidianidad, a partir de ese momento nos tienen que llevar al trabajo, o tenemos que coger el autobús que además que funciona fatal te tienes que levantar una hora antes. Tampoco se puede ir a hacer la compra al hipermercado y mucho menos a cenar el sábado por la noche porque te han retirado el carné. Así que lo haces todo a pié, mientras a tu lado pasa el niñato montado en su orteridad, con el volumen del impresionante equipo de sonido al máximo y mirándote a su vez para que no te bajes de la acera y puedas entorpecer su marcha triunfal ante toda la sociedad incluido fuerzas del orden.
En definitiva, la permisividad de sus anacrónicos actos se transforman en sus derechos, para a su vez, machacar los nuestros bajo la pasividad legal de la policía y sistema judicial, pero como ningunos, ¡¡Atención “ningunos”!! de los actuales partidos políticos tienen los arrestos suficientes para cambiar las leyes y la constitución y así solucionar todos estos problemas de una puñetera vez, así nos va.
Vale Paco,... tienes toda la razón,...nada hay más peligroso y atrevido que un ignorante analfabeto al volante. Un fuerte abrazo, amigo.
ResponderEliminarJL
Más razón que un santo pero creo que la vida finalmente pondrá a cada uno en su sitio, si no, a ver cómo están pagando todos esos BMW que se compraban los que ganaban 2500€ en la construcción y ahora están en el paro... Como dice tu amiga África, "déjalos que van "jeríos""
ResponderEliminarPor cierto, "con la asiduidad diaria de un cartero" será en tu casa, jeje, porque por la mía pasan una vez a la semana y gracias.