miércoles, 14 de julio de 2010

AGUA - Una realidad injusta

Hace unos días vi una película de origen hindú llamada “Agua”, realizada en el año 2000 por la directora de cine Deepa Mehta, estos cineastas indios sufrieron las criticas, y algo mas, del gobierno de su país por divulgar la verdad, en este caso, sobre las viudas en la India. Si queréis leer un resumen y los problemas para llevar a cabo esta película podéis hacerlo en este link:

http://www.educarueca.org/spip.php?article234

La película refleja la crueldad de las costumbres religiosas integristas, que condenan a viudas de hasta seis y siete años de edad hasta su muerte, a sacrificar su vida en el seguimiento de los textos sagrados, en este caso hinduistas. Y que incluso aún cuando la ley les libera de estas obligaciones religiosas, es la misma sociedad, la que ciega de temor a sus dioses, continúan ejerciendo de repulsivos verdugos con sus congéneres, pasándose por el arco del triunfo los mandamientos religiosos cuando le interesan a las castas altas para usarlos a su antojo.

Es lamentable que una y otra vez, sean los lobos disfrazados de corderos, ya sean representantes de los católicos, musulmanes, hinduistas, taoistas, protestantes, etc…, da igual todos son iguales, los que aprovechándose de la inocencia e incultura de las diferentes sociedades que pueblan este mundo, hagan que las personas se sacrifiquen por las mentiras inculcadas mediante siglos, sin tener la mas mínima conciencia de ello y aprovechándose económicamente, físicamente, moralmente y de todas las maneras posibles para apaciguar la envidia, el ansia de poder y de dinero y las frustraciones y complejos que sus mismas congregaciones les han inculcado desde pequeños.

Todo esto es algo que siempre me ha llamado la atención, pues criticamos y rechazamos las guerras por el sacrificio de personas inocentes, pero no somos capaces de rechazar, y menos aun de manifestarnos en contra de la religión que practicamos, en unos casos porque lo tenemos tan profundamente grabado que nuestra moralidad no nos deja, en otros casos, y peor aún, por no nadar en contra de una sociedad hipócrita que nos puede expulsar de su entorno si nos enfrentamos a los parámetros establecidos ya estén equivocados o no. Pues bien, por todas estas practicas también muere gente, niños y adultos, y tranquilizamos nuestra conciencia pensando que es porque el dios de turno a si lo ha querido

La opinión de Deepa Mehta es la siguiente:

"El problema, según lo veo yo", reflexiona la directora, "es de base. Son las propias mujeres las que se avienen a estas costumbres porque creen que si no lo hicieran traicionarían los textos sagrados, renegarían de su religión".

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