miércoles, 20 de mayo de 2009

Religioso o Ateo

Hace un par de días asistí, por invitación, a un almuerzo en el que unos amigos me presentaron a un sacerdote. Estos amigos son fieles seguidores de la iglesia, el catolicismo y todo lo que rodea a la cristiandad, cosa que respeto profundamente pero que desde mi adolescencia he repudiado y que con los años, la madurez, las reflexiones sobre este tema y las experiencias vividas y que todas estas circunstancias me han aportado, no solo no he cambiado de opinión si no que por el contrario he ido asentándome con mas fuerza en el pensamiento ateo.

Lógicamente, y existiendo dos polos opuestos de un mismo imán, surge la tan sobada conversación sobre el ateismo y el cristianismo católico, aunque es cierto que esta no duró mucho, por no ser el lugar ni el momento adecuado para entrar en profundidades. Mi nuevo conocido, el sacerdote, es amable y buen conversador, además de persona sensata y demuestra estar en el mundo, pues hay algunos colegas suyos por ahí que se cierran tanto en su concepto cristiano y eclesiástico que no desean saber que es lo que se cuece en el mundo y como ayudar o aportar algo positivo a sus seguidores.

Como es natural, para hablar sobre un tema hay que intentar tener unos mínimos conocimientos sobre él, no me considero un conocedor de fondo de la religión católica, aunque es cierto que algún que otro libro o documento escrito por personas muy cercanas a esta religión he leído, al igual que también he intentado instruirme en el lado contrario y saber que es el ateismo (El ateísmo es la doctrina, o posición propia del ateo, de quien, niega la existencia de Dios" y el “agnosticismo” (El agnosticismo es aquella postura filosófica o personal que, a grandes rasgos, considera inaccesible para el ser humano el conocimiento del todo o lo trascendente). Lógicamente cualquiera de las dos soluciones de creencias que encierran estas denominaciones, son contrarias a la postura de la iglesia, del cristianismo o de la mayoría de las religiones y creencias que se practican en el mundo.
En definitiva y para no extenderme en un tema como este, que además es propenso a ello, voy a escribiros algunas frases y textos cortos de reflexiones hechas tanto por grandes pensadores como por personas que intentan manifestar su opinión sobre este tema.

“Un creyente no tiene que pedirle a un ateo que le demuestre la inexistencia de dios... pero de la misma forma un ateo tampoco se puede reír de un creyente por sus creencias ante la imposibilidad de refutar definitivamente la posibilidad de la existencia de un dios”.

“Pero es que ni a los que creen ni a los que no creen les da igual. Los primeros quieren hacer proselitismo e imponer las reglas dictadas por su creencia. Los segundos quieren que se les deje en paz.”

“El que dice que dios existe lo argumenta por la fe. El que dice que no existe, tiene que demostrarlo empíricamente. Me parece a mi que no estamos aplicando las mismas reglas ¿no?, pues que el que diga que dios existe que me demuestre a mi que no existe el Monstruo Volador de Spaghetti.”

“La religión católica dice que la fe es un don. Y hay gente que no lo tiene. No deberías juzgarme porque tu Dios no me haya dotado de ese don. Lo habrá querido así por algo, no deberías cuestionárselo.”

“Para los creyentes, dios es un ser que creó el mundo, y al hombre, que dejó embarazada a una mujer con una paloma, y que tuvo un hijo que resucitó.... ¿Y me pides que demuestre el amor?”

“El insensato que reconoce su insensatez es un sabio. Pero un insensato que se cree sabio es, en verdad, un insensato. – Buda

"El que no está conmigo está en contra mía." Jesucristo

"Los hombres temen a los mismos dioses que han inventado." Marco Anneo Lucano

"Si no hubiera Dios, sería menester inventar uno." Voltaire


Bueno, estos son solo una ínfima parte de reflexiones y pensamientos de los humanos entorno a sus creencias, lo cierto es que algunas de ellas, religiosas o ateas, expresan con inteligencia las diferentes verdades y mentiras que deambulan entre los seres humanos sobre la existencia de dioses en los que confiar la futura salvación después de la muerte, que es en definitiva lo que todos buscan para ahuyentar su debilidad. De esta debilidad, junto con la incultura, se ha aprovechado la iglesia para crear una mentira que ya dura más de dos mil años.